Ya es ayer pero entonces era siempre
un trasegar de horarios inmutables
desde la noche al sol
cada semana
era distinta e igual a la siguiente
El niño desdeñaba el calendario
y su patrón reloj era el cansancio
Edad sin equinoccios, sólo el tiempo
de ser feliz entonces ignorarlo.
Poema: José Luis Appleyard
Imagen:. Internet
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