Somos hijos de la tierra
y el llanto,
del mar y de la inercia,
de la moral, del lento
pensamiento,
del discurrir circunspecto,
del florecer fugitivo
de un buen deseo,
y del peso del recuerdo
(de ese corazón cargado
que golpea triste y ciego )
y de los ojos inquietos
en donde brilla el silencio.
Somos hijos del mar
y de la tierra
del llanto contenido,
de la dulce materia.
Pero también, ligeros,
atrevidos, gloriosos
somos hijos del fuego.
Poeta: Gabriel Celaya (1911-1991) poeta español nacido en Hernani.
Imagen: Internet.
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