lunes, 14 de junio de 2010

MIENTRAS TU EXISTAS


DE: ANGEL GONZALEZ

Mientras tú existas,
Mientras mi mirada
Te busque más allá de las colinas,
Mientras nada
Me llene el corazón,
Si no es tu imagen, y haya
Una remota posibilidad de que estés viva
En algún sitio, iluminada
Por una luz cualquiera.

Mientras
Yo presienta que eres y te llamas
Así, con ese nombre tuyo
Tan pequeño,
Seguiré como ahora, amada
Mía,
Transido de distancia,
Bajo ese amor que crece y no se muere,
Bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

LA ESPERANZA /// LA FANTASIA



LA ESPERANZA

DE: DELMIRA AGUSTINI

Soy el dulce consuelo del que sufre,
Soy bálsamo que alienta al afligido,
Y soy quien muchas veces salva al hombre
Del crimen o el suicidio.

Yo le sirvo al mortal que me alimenta
Contra el dolor de sin igual muralla,
Soy quien seca su llanto dolorido
Y calma su pesar ¡Soy la Esperanza!






LA FANTASÍA

DE: DELMIRA AGUSTINI

La fantasía, misteriosa hada
A cuyo paso vagoroso, queda,
De perlas astros irisada nácar
Y níveas flores, delicada estela.

Es el astro celeste que nos guía
A la dulce región de la quimera
Por un albo camino que el ensueño
Formó con lirios, azahar y perlas.

Un camino ignorado para el vulgo
Y que sólo conocen los poetas,
Soñar es necesario para verlo
¡Y las almas vulgares nunca sueñan!

Es la maga ideal que nos envuelve
De la ilusión en el rosado velo.
¡La copa de marfil en que apuramos
El néctar delicioso del ensueño!

Es la llave de oro con que abrimos
La mansión ideal de la poesía,
¡Y en la mente agitada del artista
Es un rayo de luz la fantasía!

EL RELOJ


DE: LUIS PALES MATOS

Con una incontrastable isocronía
canta el reloj las horas que transcurren,
y cual gnomos, por su armazonería,
como suspiros, rápidas, se escurren.

Quizá el tedio lo mata, y a porfía
las dos agujas del reloj, se aburren,
de estar marca que marca todo el día,
arcano idioma que ellas no discurren.

Mirado desde lejos, tiene aspecto
extraño y mitológico, de insecto
que ye correr la vida, indiferente;

y el péndulo, una lengua centelleante,
hiperbólicamente jadeante
que se mofa del tiempo eternamente.

sábado, 1 de mayo de 2010

CON LA SIMPLE PALABRA


Con la simple palabra de hablar todos los días,
Que es tan noble que nunca llegará a ser vulgar,
Voy diciendo estas cosas que casi no son mías,
Así como las playas casi no son mar.
Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,
Que es la vejez eterna de la eterna niñez,
La ilusión, como un árbol que se deshoja al viento,
Muere con la esperanza de nacer otra vez.

Con simple palabra te ofrezco lo que ofreces,
Amor que apenas llegas cuando te has ido ya:
Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,
Pues la rosa se seca y el perfume se va.

Con la simple palabra que arde en su propio fuego,
Siento que en mí es orgullo lo que en otro es desdén:
Las estrellas no existen en las noches del ciego,
Pero, aunque él no lo sepa, lo iluminan también.

Y así, como un arroyo que se convierte en río,
Y que en cada cascada se purifica más,
Voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
Con la simple palabra que no muere jamás.

SUCESIVA




Déjame acariciarte lentamente
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente.

Onda tras onda irradian de tu frente
y mansamente, apenas sin rizarte,
rompen sus diez espumas al besarte
de tus pies en la playa adolescente.

Así te quiero, fluida y sucesiva,
manantial de tú de ti, agua furtiva,
música para el tacto perezosa.

Así te quiero, en límites pequeños,
aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa,
y tu unidad después, luz de mis sueños.

EL BESO



A veces nuestros labios, como locas
mariposas de amor, se perseguían;
los tuyos de los míos siempre huían,
y siempre se juntaban nuestras bocas.

Los míos murmuraban: -¡Me provocas!
Los tuyos: -¡Me amedrentas!, respondían;
y aunque siempre a la fuga se atenían,
las veces que fugaron fueron pocas.

Recuerdo que, una tarde, la querella
en el jardín, llevando hasta el exceso,
quisiste huir, mas, por mi buena estrella,

en una rosa el faldellín fue preso,
y que, después, besé, la rosa aquella,
por haberme ayudado a darte un beso.